Una terapia es un método de curación de los trastornos mentales y psicológicos de una persona.
Existen diversas terapias que se clasifican en: psicodinámicas, humanísticas, conductuales, cognitivas y sistémicas.
Terapias psicodinámicas
La más importante es la hipnosis. El analista hipnotiza al cliente y dentro del estado hipnótico, el inconsciente del enfermo puede manifestarse sin represión.
El método catártico consiste en hacer revirir al paciente una situación emocional conflictiva reprimida. El psicoanálisis busca las interpretaciones reprimidas para integrarlas en el consciente.
Freud sustituyó la hipnosis por el método de las asociaciones libres que consistía en que el paciente se tendía en un diván, a media luz, e iba diciendo, libremente, y sin ningún criterio todo aquello que se le pasaba por la cabeza. Además de las asociaciones libres, el psicoanálisis cuenta con otro método: el análisis y la interpretación de los sueños.
Terapias humanísticas
El modelo de terapia humanista pretende crear una relación, un ambiente, en que el cliente pueda explicar y manisfestar libremente sus sentimientos. Esto implica que el terapeuta debe mostrar una actitud de autenticidad en la expresión de sus sentimientos y actitudes, de comprensión de los puntos de vista del cliente y, por lo tanto, abstenerse de juzgar sus conductas. También ha de mostrar un alto grado de empatía.
Estas actitudes por parte del terapeuta provocan el estableciemiento de una relación de confianza entre el paciente y el terapeuta.
Terapia de la Gestalt
En la terapia Gestáltica el terapeuta sólo acompaña al cliente, le muestra caminos y posibilidades de mejora para que el cliente pueda sanarse por sí sólo. Esta terapia se basa en:
- El principio del aquí y ahora: Consiste en que el cliente sea consciente de sus experiencias en la terapia sin refugiarse en el pasado o en el futuro.
- El principio del yo y el tú: Se trata de promover una comunicación directa entre terapeuta y cliente.
- El principio del continuo de la conciencia: Hace hincapié en el cómo y no en el porqué.
- Convertir preguntas en afirmaciones: El terapeuta ayuda al cliente a reconvertir esas preguntas en afirmaciones.
Ejemplos: La silla caliente o silla vacía. El cliente se sienta frente a una silla vacía y establece un diálogo imaginario con la silla que refleja otra persona o bien otro aspecto de su personalidad.
Terapias conductuales
La terapia conductista pretende que el cliente adquiera una nueva conducta. Para ello se sirve de distintas técnicas:
- Desensibilización sistemática, creada por J.Wolpe, la cual enseña al cliente a relajar su propia musculatura y a reconocer cual es el estado de su cuerpo.
- Entrenamiento asertivo, técnica conductista aplicada a personas con problemas de relación social y comunicación.
La tesis de esta terapia es que las conductas no se deben solo a elementos ambientales, sino que dependen de las cogniciones. Las cogniciones son ideas, creencias, imágenes, pensamientos...
La finalidad de esta terapia es la modificación cognitiva a través de las siguientes técnicas:
- El debate. Discusión racional entre el terapeuta y el cliente que tiene como finalidad cuestionar la validez científica de las ideas irracionales de éste.
- Las tareas para casa. Consiste en proponer al cliente una serie de ejercicios para que los realice entre sesión y sesión
- El registro diario. Consiste en elaborar un diario.
- Ejercicios emotivos. Actividades que tratan de intervenir en los aspectos emocionales que se ocultan tras las ideas irracioales.
- Ensayo cognitivo. Consiste en imaginarse una situación negativa para el cliente y las consecuencias de esta situación. El objetivo es cambiar las emociones negativas por emociones funcionales.
- Entrenamiento en habilidades específicas como la comunicación, la asertividad y la resolución de problemas.
- Ensayo de conductas y role playing. Consiste en representar situaciones posibles y conflictivas de la vida real.
Terapias sistémicas
La característica fundamental de la terapia sistémica es que no se trata a una persona de modo individual, sino que se da sobre un grupo de personas.
A través de diversas técnicas, una de las más comunes es la reformulación, que consiste en cambiar el contexto en que se produce una situación.
Otra técnica es aprovechar la resistencia de los clientes al tratamiento para hacer que se den cuenta de la necesidad que tienen.
La ayuda farmacológica en la terapia
Para tratar los trastornos psicológicos se usan terapias con fármacos que tienen como objetivo modificar el funcionamiento del cerebro. Se trata de variar los neurotransmisores y circuitos del sistema nervioso.
También puede aplicarse el tratamiento de choque, que consiste en anestesiar al paciente y enviar a su cerebro una descarga eléctrica.
La psicocirugía consiste en la intervención quirúrgica en el cerebro. La más conocida es la lobotomía, que consiste en seccionar fibras de los lóbulos frontales que conectan las emociones con la conducta. Existen tres tipos de psicofármacos:
- Antipsicóticos: Se aplican en trastornos mentales graves.
- Ansiolíticos. Combaten la ansiedad y la angustia.
- Antidepresivos. Se usan para reanimar a personas depresivas.
- Antipánicos. Tratan el trastorno de pánico.
- Anorexígenos. Tratan la obesidad.
- Antifóbicos. Tratan la fobia social.
- Antiagorafóbicos: Tratan la agorafobia.
- Anticíclicos. Tratan los trastornos bipolares.
- Antidemenciales. Tratan demencias del tipo Alzheimer.
- Antiobsesivos-compulsivos. Tratan el trastorno obsesivo-compulsivo.
- Hipnóticos: Se usan para paliar el insomnio.
- Psicoestimulantes. Tratan la hiperactividad y la narcolepsia.
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